Para los espíritas no es momento de tristezas, salvo para los más cercanos que extrañarán su presencia física, su abrazo, su sonrisa cómplice, sus ganas infinitas de ir a pescar...
Pero con Bernardo se ha ido algo más de este plano, se ha ido un hombre de consulta, un referente de la Ciencia Espírita. Todos recordamos alguna anécdota de su fructífera vida entre nosotros; su actitud rebelde, inconforme, su espíritu investigador, su natural intuición y sus amplios conocimientos lo hicieron un protagonista insustituible de su época.
Nos quedaron sus escritos, sus libros y sus enseñanzas sobre la vida. El Espiritismo fue una de sus pasiones, así como la Medicina y la Investigación de lo Paranormal. Allí quedaron como testimonio las investigaciones de los largos años como Director del Comité Científico de CEPA y sus compañeros-discípulos-amigos, que se formaron con él en el difícil camino de la experimentación. Sus teorías acerca del Origen de los Errores queda para estudiar, como otras tantas que se animaba a pensar con su mente desprejuiciada.
Seguramente desde el Mundo Espiritual nos acompañará pronto para continuar desafiándonos con su pensamiento de avanzada.
Extrañaremos su mirada franca, su bigote recio, que no lograba esconder su corazón grande.
Amigos, se ha ido un Espírita de verdad, CEPEANO de pura CEPA..!
un abrazo para todos.
Dante López
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